UNA PROSPERIDAD INAUDITA
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Una
prosperidad inaudita fue escrita por el economista estadounidense Edmund
Phelps, quien fue obsequiado con el Premio Nobel a la Economía en 2006. Su
nombre original es “Mass Flourishing” y su primera edición se hizo en
2007.
Este
libro relata y analiza el origen de las economías modernas que comienza en el
siglo XIX, explicando las posibles claves que hicieron explotar la innovación y
la expansión de dichas economías, las razones de la decadencia de dicho
fenómeno en el siglo XX y las distintas formas para volver a incentivar dicho
dinamismo en un futuro. Para ello, el autor divide el libro en tres partes y
cada parte está subdividida en capítulos.
La
primera parte se titula “La experiencia de las economías modernas”. Esta parte examina las economías modernas que surgieron en Occidente a
comienzos del siglo XIX. Describe como esas economías provocaron grandes cambios
en aspectos como el nivel de vida, de renta del salario, en el arte...
Con
el término de economías modernas Phelps se refiere a aquellas economías que
presentan un alto dinamismo. El dinamismo es esa voluntad y capacidad para
innovar. Con el término innovar se refiere a crear nuevos productos o métodos.
Al entender la innovación, mencionamos el dinamismo ya que es la consecuencia
de este. Estas economías el autor las relacionó con un imaginarium: espacios
para crear nuevos productos o métodos, cómo podrían fabricarse y utilizarse.
Una
condición necesaria para que surgieran las economías modernas era la libertad,
ya que gracias a ella la innovación tenderá a expandirse. Hubo libertad en el
intercambio de bienes y servicios para un beneficio mutuo, se ampliaron los
derechos de la mujer y se abolió la esclavitud.
En
definitiva,lo que quiere reflejar Phelps en esta parte es como la llegada de las economías modernas trajo el rápido
crecimiento y además han aportado pruebas de que gracias a la creación de los
nuevos conocimientos hubo un cambio radical en cuanto a condiciones materiales.
La
segunda parte del libro se titula “Contra la economía moderna”. Esta
parte explica como aparecieron otros ideales que lucharon contra el
capitalismo, como la aparición del socialismo y el corporativismo.
Desde
mediados del siglo XIX hasta el siglo XX cada vez son más las personas que
participan en las economías modernas y resultaron ser pocas las personas a las
que no les había ido bien en este periodo. Las creencias populares de aquella
época inducían a pensar a muchos que la modernización impulsaba a la baja los
salarios de la clase obrera.
El
socialismo limitaba la propiedad individual, imponiendo así la propiedad
estatal. Con el socialismo hubo un incremento del desempleo, un decrecimiento
del rendimiento económico y de la innovación.
También
surgió el corporativismo cuya función central era tener el sector privado bajo
el control público, imponiendo una dura intervención estatal. El estado
intervenía en asuntos tomando medidas que viese adecuadas, siempre en nombre de
la solidaridad y de la protección.
La
tercera y última parte del libro se titula “Decadencia y refundación”.
En esta última parte el autor expone las causas y el declive de las economías
modernas tras los años sesenta.
Tras
los años sesenta las economías sufrieron un declive debido al lento crecimiento
de la productividad, al aumento de las cifras de las personas desempleadas, a
la disminución de la innovación y a la baja satisfacción laboral.
Para
hacer frente a estos problemas, se necesita el dinamismo, ya que “un país deja
de crecer cuando deja de innovar”. La tasa de innovación decayó en 1960 y solo
se volvió a recuperar de 1966 a 2017. La solución sería la vuelta al
capitalismo, eliminando las barreras que bloquean al dinamismo, y, por tanto, a
las economías modernas.
Tras leer este libro me he dado cuenta de la importancia que tiene
el dinamismo en la actualidad y como su presencia puede cambiar los componentes
de una economía. Como veíamos anteriormente la presencia del dinamismo aportaba
a la economía: aumento de las rentas, disminución de los desempleados…
Pero si nos paramos a pensar las economías no son las únicas que
necesitan ese cambio constante y esa innovación, más bien son todos los
aspectos de la vida. Hoy día, hay que aprender a ir adaptándonos conforme
avanzamos en el tiempo, conforme avanzan las tecnologías, muchas ideas o
técnicas que funcionaban años atrás hoy en día pueden ser inviables debido a
todos los cambios que se han producido. Podemos comprobarlo con una simple
vista al pasado con una simple vista a cómo vivían las personas en el siglo
pasado y compararlo a como lo hacemos ahora.
Por ello, os invito a todos a leeros este libro que te transporta y te hace vivir las economías modernas del siglo XIX y su fracaso en el siglo XX.
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